«Como discípulos de Jesucristo, nos sentimos interpelados a discernir los signos de los tiempos, a la luz del Espíritu Santo, para ponernos al servicio del Reino, anunciado por Jesus» (DA. 33).
Ese anuncio, que impulsados por el Espíritu debemos realizar también nosotros, no debe escatimar esfuerzos en los que se deben ver reflejados los mismos sentimientos de Cristo, en especial, hacia los más necesitados entre los cuales debemos hacer referencia a los ancianos, los enfermos, etc., aquellos en quienes vemos reflejado el rostro de Cristo Redentor.
Es el Espíritu Santo, que desde nuestro bautismo nos capacita para experimentar el amor, por la incorporación al Cuerpo místico de Cristo, a la Iglesia como hijos de Dios. Por lo tanto, es inconcebible que un cristiano, discípulo de Jesús se niegue a la invitación de trabajar en su viña, donde Él es el Viñador y nosotros sus sarmientos permaneciendo en la unidad para poder dar frutos.
Conscientes de esta realidad y fieles a su convicción de cristianos, el grupo de la LEGIÓN DE MARÍA de la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro de Benalup, Casas Viejas, puesto al servicio del Reino, como lo dice el documento de Aparecida, realiza una incansable labor en favor de los enfermos y con su oración podemos esperar muchas gracias y bendiciones del Señor.
No obstante, cada semana se está llevando a cabo en la casa de los enfermos de la Parroquia, la Santa Misa presidida por el párroco D. Didier Octavio Jiménez Puerta, quien manifiesta la alegría de los enfermos y sus familiares al experimentar la Presencia real de Cristo en el Sacrificio Eucarístico, que por su avanzada edad y limitaciones físicas sólo pueden tener a través de los medios de comunicación.
