La Diócesis de Cádiz y Ceuta lleva a la Virgen todas sus necesidades

En la madrugada del viernes 13 de abril seis autobuses, procedentes de los diversos rincones de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, peregrinaron a Fátima con el firme propósito de poner sus vidas en sus manos.

300 peregrinos de las parroquias de Loreto, San Antonio de Cádiz, San Severiano, Santo Tomás, La Asunción, Santo Ángel, Valvanuz, San José Artesano, San Francisco, San Juan Bautista y San Antonio de Chiclana, El Colorado, África, Santa Teresa, Los Remedios, San Antonio de Ceuta, Valdelagrana,… han llevado ante la Virgen de Fátima una oración por todas las familias y por los más necesitados de toda la Diócesis.

Todos los peregrinos han podido participar en las diferentes actividades programadas: oración de Laudes, Vía Crucis, Rosario de Antorchas, Eucaristías en la Capelina, Adoración Eucarística, visita a la casa de los pastorcitos Lucía, Jacinta y Francisco, los lugares de las apariciones del Ángel de la Paz,… y en todo momento disfrutando de una espléndida convivencia. Algunos de los peregrinos pudieron participar de una manera especial en el Rosario de Antorchas portando a la Virgen por la gran explanada y dirigiendo uno de los Misterios del Santo Rosario.

Alguno de los momentos especiales fueron las dos Eucaristías en la Capelina presididas por nuestro obispo, Mons. Rafael Zornoza, que, unidos a todos los demás peregrinos, han rogado a la Virgen de Fátima por la conversión de los pecadores y por la paz en el mundo. También la Adoración Eucarística fue un momento de especial recogimiento y de diálogo con el Señor donde muchos peregrinos tuvieron la oportunidad de recibir el Sacramento del Perdón.

El regreso a los diferentes lugares de origen fue otra experiencia comunitaria llena de alegría y entusiasmo por la consagración personal a la Virgen para ser portadores y portavoces en toda la Diócesis del mensaje sencillo de la Virgen de Fátima que pide nuestra colaboración para la conversión de los pecadores a través de la oración y la penitencia. El mensaje de Fátima condensa la esencia del Evangelio y de la predicación de Jesús, porque María siempre es camino que lleva al encuentro con Jesucristo.

La participación en esta Peregrinación Diocesana a Nuestra Señora del Rosario de Fátima ha sido una ocasión para incrementar la vida comunitaria, la comunión eclesial y el crecimiento espiritual. La consagración a la Virgen ha significado el ofrecimiento de nuestra vida para que cuente con nosotros decididos a vivir con alegría la voluntad de Dios, con la seguridad que ante las dificultades y limitaciones tenemos su promesa de que “Al final el Corazón Inmaculado triunfará».

Fotografías: Antonio Pupo

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