Fijos los ojos en Jesús. La parábola del agua

Jaume Boada
Fijos los ojos en Jesús. La parábola del agua
Madrid, Narcea

El lenguaje figurado no es, como algunos piensan, sólo un procedimiento literario cuya finalidad es hacer más ameno, más sorprendente y más bello un discurso oral o un texto escrito, sino, además y sobre todo, una herramienta dotada de una singular eficacia pedagógica y de una extraordinaria eficiencia persuasiva. Es sabido que comprendemos mejor las realidades inmateriales cuando las comparamos con los seres naturales y con los objetos materiales. Es comprensible, por lo tanto, que Jesús hablara en parábolas, proponiendo unos ejemplos concretos, tomados de la vida cotidiana, extraídas de las experiencias compartidas con sus oyentes y relacionadas directamente con las actividades de los campesinos y de los pescadores.

Recuerdo este hecho tan conocido por todos nosotros para fundamentar mi juicio positivo sobre el contenido y sobre el lenguaje de este libro Fijos los ojos en Jesús. La parábola del agua, escrito por Jaume Boada. En él, este dominico, predicador itinerante, nos explica con palabras claras y con comparaciones sencillas, la importancia vital de los mensajes que, en la actualidad, nos envía Jesús de Nazaret. De igual manera que el Evangelio nos habla del viento, del agua, de la tierra, del cielo, del fuego, de los campos, de las semillas, de los sembrados, de los rebaños y, en resumen, del entorno natural, este libro nos describe las cualidades y los comportamientos del agua que fluye, del vuelo majestuoso del águila, de la sombra apacible que proyecta una encina, de la grata brisa de un atardecer, del poder saludable del sol, de la quietud de una verde pradera o del movimiento ondulante de una caña de bambú, para mostrarnos los valores «trascendentes» del silencio, de la oración y del amor.

Inevitablemente tenemos que relacionar este libro con la palabra clara, sencilla, valiente, profunda y comprometida del papa Francisco.

José Antonio Hernández Guerrero

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