Mañana miércoles, 3 de octubre, comenzará en Roma la XV Asamblea General del Sínodo de los Obispos, que en esta ocasión estará dedicada a los jóvenes.
Bajo el lema Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, los 266 padres sinodales, escucharán diariamente, hasta el 28 de octubre, a los 36 jóvenes que participan de los cinco continentes, con el reto de entenderles y ver la manera de que la Iglesia llegue a ellos, facilitándoles el discernimiento vocacional e incluyendo actividades de servicio a los demás.
Este Sínodo tiene la peculiaridad de ser el primero que ha contado con una reunión pre-sinodal, en la que han intervenido trescientos jóvenes de todo el mundo, y en la que se abordaron junto al Papa Francisco asuntos como: las drogas, el desempleo juvenil, los abusos sexuales y las tendencias suicidas, entre otros. Otra de las novedades es la participación por primera vez de dos obispos chinos, después del acuerdo provisional alcanzado entre el Vaticano y China.
Durante la presentación del Sínodo, el cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario del Sínodo de los Obispos, aseguró que esta cita es «una oportunidad providencial y una alternativa para hacer entender a los jóvenes y a los adultos lo que es la Iglesia». Asimismo, afirmó que «el tema de los jóvenes hoy en día es sin duda un desafío. La Iglesia no tiene miedo de enfrentarse a los retos, que son siempre difíciles y peligrosos. No le teme, porque está cierta de la fuerza espiritual y humana que viene del Espíritu Santo, que inspira y apoya a sus pastores y sus ovejas».
De esta manera, el Sínodo se abrirá este miércoles con una misa presidida por el papa Francisco en San Pedro. Igualmente el cierre se llevará a cabo el 28 de octubre con un celebración eucarística dentro de la basílica. Una invocación al Espíritu Santo con el Veni, Creator Spiritus abrirá los trabajos y se cerrará con una canción de agradecimiento, el Te Deum.
