Eucaristía
Razones para la esperanza y
Adviento y Navidad y Razones para la esperanza y para la conversión
Estella (Navarra) EVD, 1989
Como todos sabemos, la homilía dominical constituye una oportunidad semanal para ayudar a los fieles con el fin de que vivamos la celebración de la Eucarística de una manera más consciente, y para que vivamos la fe -la vida-, durante la semana, de una forma coherente con nuestras convicciones evangélicas. Esa oportuna reflexión puede ser un instrumento eficaz para orientar los comportamientos siguiendo las pautas cristianas y para alentarnos a los creyentes a superar las dificultades de la vida cotidiana. Pero también somos conscientes de que este género de comunicación pastoral es difícil por tres razones: porque la repetición semanal ante los mismos fieles puede generar aburrimiento, porque la necesaria brevedad exige mayor habilidad para seleccionar los mensajes y porque el tono y el ritmo de las ceremonias litúrgicas, a veces, influyen en la disminución de la atención de los participantes.
Este análisis elemental me inclina a pensar que la serie de seis cuadernos titulados respectivamente Razones para la esperanza, para la conversión, el amor, la alegría, la fe y la vida proporcionan unas oportunas y eficaces ayudas para preparar las explicaciones y las aplicaciones de las lecturas de los domingos y festividades, y un variado y rico caudal de propuestas para ambientar adecuadamente las celebraciones.
Los títulos de los diferentes cuadernos son, sin duda alguna, suficientemente explícitos al mostrarnos la unidad de su conjunto y la variedad de los sucesivos tramos del año litúrgico: en todos ellos se profundiza en los contenidos propios y en las razones hondas de la fe, en los argumentos sólidos que están apoyados no en la lógica, sino en el amor, en el fundamento, en el cauce y en el destino de todo el recorrido del discurso litúrgico, evangélico y catequético, y en el camino zigzagueante y ascendente del peregrinaje cristiano.
Como nos explica la “Presentación”, estas razones de la fe no son irracionales sino que guardan en su interior “una percha, un árbol con ramas frondosas y resistentes, donde podemos ir ubicando nuestras experiencias, nuestras dudas, nuestras certezas, nuestros gritos y nuestras esperanzas”. En mi opinión, esta publicación proporciona una rica y variada serie de ideas, de reflexiones y de propuestas útiles para explicar los textos evangélicos y para aplicarlos a las cambiantes situaciones de la vida actual, herida de ausencia de caridad y de amor, preocupada por conflictos sociales, distraída con espectáculos vanos. La amplia variedad de propuestas elaboradas por especialistas en Sagradas Escrituras, en Liturgia y en Pastoral, como, por ejemplo, Pedro Fraile Yécora, Javier García Gutiérrez, Rubén Ruiz Silleras o Álvaro Franch Arrugo constituye un rico arsenal para elaborar unas homilías que, además de profundas, conecten con la sensibilidad, con las preocupaciones y con las aspiraciones de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo.
José Antonio Hernández Guerrero
