«El odio, la división y la venganza, lo único que logran es matar el alma de nuestros pueblos»

Un momento irrepetible, una experiencia única” estas han sido las frases más repetidas por quienes pudieron compartir la visita que el Papa Francisco hacía, el fin de semana pasado a Tánger y Rabat. Unas jornadas históricas en las que participo nuestro obispo Mons. D. Rafael Zornoza Boy, que formó parte de los obispos y sacerdotes que concelebraron la santa Misa con el Papa Francisco al que pudo saludar en varias ocasiones y quien se interesó especialmente por la tarea del Secretariado de Migraciones diocesano.

 

Inicio de la peregrinación

Más de medio millar de fieles españoles se unieron a las celebraciones, entre los que se encontraban feligreses de parroquias como El Valle o San Antonio de Ceuta, miembros de las hermandades del Rocío, Santa Teresa, San José, Medinaceli o Los Remedios de Ceuta o el Camino Neocatecumenal.

La peregrinación comenzó con la misa de envío, el viernes a las 21:00h., presidida por el Vicario general de Ceuta, Francisco Fernández Alcedo en la parroquia Santuario de Nuestra Señora de África. Durante su homilía destacó que “lo que vamos a vivir es la comunión con la Iglesia, con toda la Iglesia”.

La peregrinación partió de Ceuta el sábado por la mañana. A su llegada a Rabat, fueron acogidos por la comunidad franciscana en la iglesia de San Francisco de Rabat donde asistieron a la presentación de una versión del libro del Cántico de las Criaturas que aúna el pensamiento franciscano, con palabras del papa Francisco y con la imagen fotográfica o escultural.

Posteriormente, en ese mismo templo, el grupo de Ceuta se reunía con su obispo en una misa caracterizada por la alegría, ciertos nervios y la acción de gracias por la presencia de la comunidad franciscana en esta tierra. Mons. Zornoza destacó la catolicidad de la Iglesia manifestada en esas jornadas y la llamada que este encuentro hacía a nuestro compromiso cristiano.

“La fraternidad entre musulmanes y cristianos tiene su fuente en Dios”

El domingo, día central de la peregrinación, el grupo partió muy pronto hacia el Complejo deportivo Príncipe Mulay Abdallahdonde se celebraba la Misa presidida por el Papa Francisco en tierras marroquíes.

Durante la homilía, Francisco destacó “son tantas las circunstancias que pueden alimentar la división y la confrontación; son innegables las situaciones que pueden llevarnos a enfrentarnos y a dividirnos. No podemos negarlo. Siempre nos amenaza la tentación de creer en el odio y la venganza como formas legítimas de brindar justicia de manera rápida y eficaz. Pero la experiencia nos dice que el odio, la división y la venganza, lo único que logran es matar el alma de nuestros pueblos, envenenar la esperanza de nuestros hijos, destruir y llevarse consigo todo lo que amamos”.

En una tierra marcada por la frontera, el Santo Padre dio las gracias a las comunidades cristianas que viven y realizan allí su labor “Gracias por los esfuerzos realizados para que sus comunidades sean oasis de misericordia. Los animo y los aliento a seguir haciendo crecer la cultura de la misericordia, una cultura en la que ninguno mire al otro con indiferencia ni aparte la mirada cuando vea su sufrimiento” y les animó a “perseverar en el camino del diálogo entre cristianos y musulmanes y a colaborar también a que esa fraternidad se haga visible, se haga universal, pues tiene su fuente en Dios”.

Interés del Papa por la labor del Secretariado de Migraciones de nuestra diócesis

Mons. D. Rafael Zornoza ha manifestado su alegría tras el viaje: “vengo muy contento de acompañar al Santo padre junto con las los peregrinos de Ceuta y Algeciras, casi quinientos, quienes apoyan con su presencia a los cristianos de Marruecos”.  El prelado destacó que el Papa se detuvo unos instantes para interesarse por la labor de las diócesis de Cádiz y Ceuta. Mons. Zornoza pudo “referirle nuestra situación en el paso del Estrecho. Estaba conmovido por el dolor de los emigrantes y la concertina que le habían enseñado. Le pedí una oración especial por la diócesis, por la delegación y por el delegado (Gabriel Delgado), y me transmitió mucho ánimo”.

La relación entre el Islam y el Catolicismo ha sido el eje central de esta visita, algo que afecta sensiblemente a nuestra iglesia española y, especialmente diocesana. Para nuestro obispo diocesano “el viaje del papa Francisco a Rabat ha sido una experiencia eclesial, cultural y política muy importante y que, seguramente, dará cuantiosos frutos. Sus gestos y sus discursos han sido decididos y valientes, buscando una mayor relación fraterna entre musulmanes y cristianos”.

La histórica visita del Papa al país vecino ha sido, especialmente para nuestra comunidad diocesana de Ceuta, un regalo y un empuje para seguir trabajando en el fortalecimiento de su fe, su catolicidad y la relación con las otras confesiones presentes en las tierras del norte de África.

FOTOS: SERVICIO FOTOGRÁFICO VATICANO /Fieles de Ceuta

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