119 personas accedieron a un puesto de trabajo gracias al programa de empleo de Cáritas Cádiz

Con motivo de la celebración, en este mes de mayo, de la fiesta de San José Obrero y el 1ª de Mayo, Cáritas Diocesana de Cádiz da a conocer sus datos en materia de empleo relativos al año 2018. Los datos confirman que, en un entorno laboral dominado por los elevados índices de desempleo y temporalidad, es posible desarrollar acciones de éxito con las personas en situación más vulnerable para que puedan acceder o retornar al mercado laboral y reconstruir su autonomía personal. Este es el caso de los 119 participantes en el Programa de Empleo de Cáritas que lograron acceder a un puesto de trabajo en 2018. Esta cifra supone el 24,5% de las 486 personas que participaron en el último año en el programa de empleo de Cáritas Diocesana de Cádiz, varios puntos por encima de la media de inserciones de Cáritas Española (18,7%).

El Programa de Empleo de Cáritas
Los servicios de empleo de Cáritas Diocesana de Cádiz están enfocados a ofrecer nuevas oportunidades de formación y empleo a personas desempleadas en situación de vulnerabilidad social. Esto es posible gracias a la red de proyectos repartidos por el territorio diocesano (Bahía de Cádiz, La Janda y Campo de Gibraltar). Los objetivos son promover la inclusión social y la igualdad de oportunidades a través de la mejora de la empleabilidad de personas que nos solicitan ayuda y están siendo acogidas y acompañadas por los equipos parroquiales de Cáritas, sensibilizar a la comunidad cristiana y a la sociedad en general sobre la realidad de exclusión asociada a la falta de un empleo digno y, por último, animar y posibilitar la implicación del tejido empresarial en la construcción del bien común, facilitando el desarrollo de su dimensión social y de su responsabilidad corporativa. Nuestra intervención se realiza a través de itinerarios de inserción laboral que se adaptan a las circunstancias y necesidades de cada una de los participantes.

Estos objetivos dan lugar a nuestra acción que se concreta en tres ámbitos: la orientación laboral, la formación laboral y la intermediación laboral, realizada a través de nuestra Agencia de Colocación.

De esta apuesta de Cáritas emanan resultados tangibles como estos:

  • 486 personas en el total del programa.
  • 420 personas acompañadas y orientadas para mejorar su empleabilidad.
  • 8 acciones formativas (pretalleres laborales, formación ocupacional, prácticas no laborales, formación en el puesto de trabajo, en las que participaron 86 personas.
  • 230 personas fueron atendidas por la Agencia de Colocación.
  • Se ha impulsado una iniciativa de economía social (Inserta Cádiz-Proyecto de recogida de ropa usada).

Detrás de todas estas actividades encontramos a diez voluntarios y nueve trabajadores. Estas acciones están financiadas por fondos propios de Cáritas, entre los que destacan las aportaciones de nuestros socios y donantes y cofinanciadas por el Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social del Fondo Social Europeo, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social a través de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, Inditex y el Banco de Santander. Igualmente, las acciones de empleo se pueden desarrollar gracias a la cesión de espacios por parte de las parroquias de la Diocesis y el Ayuntamiento de Chiclana.

Apuesta por el empleo digno
Los datos de Cáritas corroboran la necesidad de una apuesta por el empleo digno como vehículo de lucha contra la precariedad que afecta a muchas personas de nuestra sociedad.

Ana y Cati han participado en el Programa de Empleo en 2018, y nos cuentan cómo gracias a la orientación recibida han realizado o actualizado sus currículos, han aprendido a afrontar una entrevista de trabajo y a iniciar una búsqueda activa de empleo a través de portales digitales. Mónica, por su parte, ha formado parte de un curso de limpieza de grandes superficies y ha realizado prácticas en un hotel de Chiclana. Su experiencia es muy positiva porque ha renovado la ilusión de seguir buscando empleo.

Juan Manuel, estaba en situación de desempleo a principios de 2018 y nos cuenta cómo conoció que Cáritas tenía un servicio de información y orientación laboral. Allí aprendió cómo formase, cómo entregar CV, y cómo hacer entrevistas de trabajo. Después desde la Agencia de Colocación de Cáritas, mandaron su currículum a varias empresas con ocupaciones que se ajustaban a su perfil profesional. Una de ellas fue el Restaurante Marisquería La Marea, que lo llamó para hacer una entrevista. Nos cuenta que gracias a esa entrevista y a Cáritas, está hoy en día trabajando. Estuvo todo el verano pasado entero y volvió a empezar en febrero, y a día de hoy aún sigue en su puesto de trabajo. Da las gracias a todos por esta gran oportunidad.

Blanca Elorza del Departamento de Gerencia del Restaurante – Marisquería La Marea de Cádiz nos cuenta su experiencia: “Nuestra experiencia con Cáritas ha sido muy positiva. Comenzamos en el año 2017, cuando nos informaron que Cáritas formaba a personas en riesgo de exclusión social para realizar prácticas en empresas. En nuestro caso, se trataban de empresas de hostelería, en restaurantes. Después de tener un mes de prácticas, que además se adecuaban a nuestros horarios y necesidades, acabamos tan contentos con la persona que nos facilitaron, que a día de hoy está en la plantilla con nosotros fija. Posteriormente hemos realizado algunas prácticas para ocasiones y momentos puntuales, y siempre hemos acabado muy contentos. Así que por nuestra parte, solo agradecer a Cáritas la labor que realiza, augurarles muchos éxitos y darles la enhorabuena y las gracias por la labor tan buena que hacen.”

La relación entre el empleo y la exclusión social
El diagnóstico sobre la realidad del mercado laboral en España que ha elaborado el Comité Técnico de la Fundación FOESSA (vinculada a Cáritas) en el dossier “La vulneración del derecho a un trabajo decente: Empleo y exclusión social” indica que las mayores tasas de pobreza y exclusión se siguen concentrando en el colectivo de personas desempleadas, donde un 46% se encuentran en el espacio de la exclusión (el 25,9% en situación de exclusión severa) y el 17,2% en pobreza severa. Comparando estas cifras con las del conjunto de la población, se observa que el hecho de no contar con un empleo multiplica por 2,5 el riesgo de caer en situaciones de exclusión y por 3 el de caer en pobreza severa.

El dossier indica también que la ausencia de empleo no es la única característica que empuja a situaciones de exclusión y pobreza, ya que la vulnerabilidad se encuentra cada vez más entre aquellas personas y hogares que están trabajando, por lo que podríamos decir que contar con un empleo ha dejado de ser sinónimo de integración y bienestar. Como se indica en el dossier, el 12,3% de la población que está trabajando se encuentra en situación de exclusión y el 2,1% en condiciones de pobreza severa. La jornada parcial indeseada y la temporalidad son otros es uno de los grandes motores que arrastran a la población activa a este tipo de situaciones.

Los hogares cuya sustentadora principal es una mujer que trabaja son más sensibles a las situaciones de exclusión, especialmente en los casos de exclusión severa (6,7%), ya que supera casi en un 70% a las tasas registradas entre los hogares cuyo sustentador principal es un hombre (4%).

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