“Los migrantes no son un ente abstracto, son personas”

En la mañana del domingo, 29 de septiembre, el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza Boy, presidió, en la Catedral de Cádiz, la ceremonia de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2019.

Enmarcada bajo el lema No se trata sólo de migrantes, estuvo amenizada con cantos y bailes típicos africanos, y contó con la participación de numerosos inmigrantes que residen en la diócesis, muchos de ellos ataviados con la vestimenta regional de su país, y de los agentes y voluntarios de la pastoral diocesana de migraciones.

En lo que va de año 2019 el Secretariado Diocesano de Migraciones ha acogido a 273 personas de 20 nacionalidades distintas, en su mayoría menores de 34 años (260) y procedentes de Guinea Conakri (160). Por otro lado, se ha atendido mediante los distintos programas de integración a una media de 2.500 personas.

Durante la ceremonia Mons. Rafael Zornoza denunció el materialismo de la sociedad de hoy, carente del amor de Dios. “Vivimos en un mundo materialista, con gente que en la abundancia vive vacía. Lo que hace feliz al hombre es el amor de Dios”.

Mons. Zornoza afirmó que “dentro de los grandes problemas sin resolver de nuestra sociedad, las migraciones es uno de ellos. El flujo de las migraciones en el mundo entero, imparable, llama a nuestras puertas. Hoy ponemos la mirada en el mundo de las migraciones. Cuando miramos en este fenómeno masivo a tantos millares de hombres y mujeres que sufren, que mueren en el camino, verdaderamente experimentamos el dolor de la tragedia. Los migrantes son personas a las que nos tenemos que acercar para conocer el problema”.

Debido a la magnitud de la realidad migratoria, el obispo diocesano aseguró que “esto nos exige más atención, más oración y acrecentar nuestra fe. Debemos vivir esta caridad expresiva extendiéndola a los demás y siendo críticos con nuestra vida porque siempre podemos dar más de nosotros”.

Tras la misa se celebró en la Plaza de la Catedral un Círculo de Silencio como signo de solidaridad con los migrantes y refugiados.

Por otro lado, el pasado viernes, 27 de septiembre, se celebró en la playa de Los Lances, en Tarifa, una Vigilia de Oración por los migrantes fallecidos, titulada Morir de Esperanza, a la que asistieron medio millar de personas.

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