Stanislaw Dziwisz, Czestaw Drazek, Renato Buzzonetti, Angelo Comastri
Dejadme ir a la casa del Padre
La fuerza en la debilidad de Juan Pablo II
Madrid, Ediciones San Pablo
Este libro -interesante, ameno y aleccionador- nos proporciona las claves para interpretar, desde la perspectiva cristiana, el significado de unas paradojas inconcebibles desde parámetros simplemente racionales. Me refiero a los binomios vida/muerte, salud/enfermedad, y bienestar/ sufrimiento. En esta ocasión las explicaciones se apoyan, más que en las palabras, en el comportamiento coherente del Papa Juan Pablo II –varón de dolores- que, durante toda su vida, experimentó sufrimientos tan agudos como, por ejemplo, quedarse huérfano en la niñez, experimentar la guerra en la juventud, ser objeto de la persecución nazi y experimentar las restricciones religiosas del régimen comunista. Llama la atención cómo Karol Wojtila, el más joven y saludable de los papas del siglo XX fuera el que mayor número de enfermedades sufrió durante el pontificado hasta el punto de merecer el título de “El Papa de los enfermos y de los que sufren”.
El primer capítulo, escrito en colaboración por el sacerdote jesuita Czestaw Drazet y el cardenal arzobispo de Craovia, Stanislaw Dziwisz, que fue secretario personal de Juan Pablo II, narra el amor del Papa a los que sufren y su firme voluntad de estar cerca de los enfermos y de los pobres. Ilustrativos son los detalles que el Doctor Renato Buzzonetti, médico personal, proporciona sobre los numerosos ingresos en el Hospital Gemelli y, sobre todo, sus consideraciones sobre su profunda serenidad y confiada aceptación de la enfermedad, del dolor físico y de la consiguiente inactividad. En la tercera parte, monseñor Angelo Comastri, responsable de la Basílica de San Pedro, describe la reacción que, como muestra de agradecimiento, de entusiasmo y de fervor, produjo la noticia de su fallecimiento. Detalla el elevado número de fieles que sigue acudiendo a rezar ante su tumba.
En mi opinión, la lectura de este libro, además de informarnos sobre detalles importantes -claves- de la biografía de uno de los personajes más importantes del siglo veinte y arrojar luz para interpretar la repercusión personal de los mensajes fundamentales del Evangelios, nos ofrece un rico arsenal de datos y de reflexiones para ilustrar las clases de religión, las catequesis y las homilías.
José Antonio Hernández Guerrero
