La Iglesia diocesana celebra la IV Jornada Mundial de los Pobres

La Iglesia diocesana se suma a un año más a la celebración de la Jornada Mundial de los Pobres, que tendrá lugar el 15 de noviembre, una jornada instituida por el papa Francisco al clausurar el Año de la Misericordia como gesto concreto de oración y acogida de los pobres en el seno de la Iglesia y cuya celebración fue encomendada al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

Esta cuarta edición se celebra bajo el lema ‘Tiende tu mano al pobre’, título del mensaje que el Santo Padre ha publicado a razón de esta jornada y en el que recuerda que “la opción por dedicarse a los pobres y atender sus muchas y variadas necesidades no puede estar condicionada por el tiempo a disposición o por intereses privados, ni por proyectos pastorales o sociales desencarnados. El poder de la gracia de Dios no puede ser sofocado por la tendencia narcisista a ponerse siempre uno mismo en primer lugar”.

Animamos a celebrar esta Jornada en profundidad a que las dificultades del momento. Para ello junto al Mensaje del Santo Padre para esta Jornada y un subsidio litúrgico, ofrecemos las siguientes pistas:

 

Objetivos de la Jornada

  • Tomar conciencia como comunidad cristiana de la importancia de tender manos y realizar gestos concretos en favor de las personas más pobres y vulnerables, como forma de responder al mensaje del Evangelio de Jesús: el Amor que se entrega en el compartir y en el servicio.
  • Animar a realizar acciones que reflejen el gesto de tender manos como signo de proximidad, de solidaridad y de amor como forma de contagiar esperanza a todas las personas de nuestra sociedad.

 

Claves para vivir esta Jornada

1. Oración y solidaridad. La oración a Dios y la solidaridad con los pobres y con los que sufren son inseparables. Practicar y cuidar la oración y el culto religioso nos debe llevar a realizar gestos concretos de caridad y solidaridad.

2. La opción por los pobres. Mantener la mirada hacia el pobre es difícil, pero muy necesario para dar a nuestra vida personal y social la dirección correcta. Se trata de comprometer la vida.

3. Vivir la pobreza evangélica. El encuentro con una persona en condición de pobreza siempre nos provoca e interroga. Para apoyar a los pobres es fundamental vivir la pobreza evangélica en primera persona.

4. Ante la vorágine de la indiferencia, dar sentido a la vida. Tenemos el reto de contrarrestar las prisas y el individualismo, y dejar espacio en nuestra vida a los valores y relaciones esenciales que nos llenan de verdadera alegría.

5. Manos que dan consuelo. Cientos de personas realizan gestos llenos de ternura, compasión y solidaridad, desafiando el contagio y el miedo por amor y entrega a los demás.

6. La misericordia no se improvisa. Es necesario un entrenamiento cotidiano que proceda de una toma de conciencia de lo mucho que necesitamos los unos de los otros.

7. Una nueva fraternidad. El momento que estamos viviendo ha sacado a la luz nuestros límites y nuestra fragilidad, y nos demuestra la necesidad que tenemos de ayuda recíproca y estima mutua.

8.Invitación al compromiso. «Tiende la mano al pobre» es una invitación a la responsabilidad y pone de manifiesto la profundidad de la fe que profesamos.

9. Coherencia en el uso de los bienes. Depurar nuestra forma de consumo y uso del dinero para que no afecte negativamente a otras personas es un deber si queremos sembrar justicia y paz en el mundo.

 

Posibles gestos de nuestras manos abiertas y tendidas a los demás

  • La acogida a las personas migrantes, de otros países o ciudades.
  • El compartir parte de nuestros bienes para apoyar las necesidades básicas de muchas familias que se han quedado sin trabajo y sin recursos.
  • La escucha paciente a quienes necesitan expresar sus temores, esperanzas y sueños.
  • El cuidado y acompañamiento de tantas personas enfermas, solas, mayores, discapacitadas, que necesitan ahora más atención que nunca.
  • La solidaridad efectiva y afectiva con las personas de otros países que siguen esperando nuestro apoyo y cercanía en la distancia.

Comentarios cerrados.