El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha publicado una serie de documentos relativos a la COVID-19 y la Conferencia Episcopal Española lo ha remitido a los obispos de España para su difusión “con la esperanza de que puedan servir como instrumentos útiles para las Diócesis”.
En una nota publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe se afirma que «la cuestión sobre el uso de las vacunas, en general, suele estar en el centro de insistentes debates en la opinión pública. En los últimos meses, han llegado a esta Congregación varias peticiones de una opinión sobre el uso de algunas vacunas contra el virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, desarrolladas recurriendo, en el proceso de investigación y producción, a líneas celulares que provienen de tejidos obtenidos de dos abortos ocurridos en el siglo pasado. Al mismo tiempo, se han producido diversas declaraciones en los medios de comunicación por parte de Obispos, Asociaciones Católicas y Expertos, diferentes entre sí y a veces contradictorias, que también han planteado dudas sobre la moralidad del uso de estas vacunas».
Así, tras varias semanas administrándose las distintas vacunas por todo el mundo, desde la Santa Sede han ofrecido algunas indicaciones que clarifiquen este tema, aunque advierten que «no se pretende juzgar la seguridad y eficacia de estas vacunas, aun siendo éticamente relevante y necesario, porque su evaluación es competencia de los investigadores biomédicos y las agencias para los medicamentos, sino únicamente reflexionar sobre el aspecto moral del uso de aquellas vacunas contra la Covid-19 que se han desarrollado con líneas celulares procedentes de tejidos obtenidos de dos fetos abortados no espontáneamente».
Por otro lado, a través del documento Vacuna para todos. 20 puntos para un mundo más justo y sano, la Comisión Vaticana Covid-19 en colaboración con la Academia Pontífica para la Vida ponen el foco en «adoptar medidas inmediatas para responder a la pandemia, con una debida consideración de sus efectos a largo plazo para lograr una ‘sanación’ global y regenerativa». En este sentido, manifiestan que «en varias ocasiones, el Papa Francisco ha afirmado la necesidad de lograr que las inminentes vacunas contra el Covid-19, estén disponibles para todos y sean accesibles por todos para evitar la ‘marginalidad farmacéutica’: ‘si existe la posibilidad de curar una enfermedad con un medicamento, éste debería estar al alcance de todos, de lo contrario se comete una injusticia‘».
De esta manera, para una mayor claridad sobre el trabajo de la Comisión, se ha publicado una guía en relación a la vacuna. La intención general es obtener una vacuna segura y eficaz contra la Covid-19 de modo que el tratamiento esté disponible y al alcance de todos; con especial atención a los más vulnerables, respetando el principio de la equidad a lo largo del proceso de desarrollo y distribución de la vacuna.
Nota sobre la moralidad del uso de algunas vacunas contra la Covid-19
