El cultivo espiritual

Michele Dolz

Retiro espiritual

El silencio. Escucha y diálogo con Jesús

Madrid, Rialp, 2020

Si en cualquier situación es importante que nos alejemos del bullicio para escuchar la voz de nuestra conciencia, en estos momentos de agitación dislocada y de ruidos estridentes, es imprescindible que nos retiremos a un espacio en el que reine el silencio y haga posible el recogimiento. A lo largo de toda la tradición clásica, desde aquel Beatus ille cantado por Horacio, se han repetido sabios consejos de pensadores, de artistas y de escritores que, con diferentes lenguajes, nos han explicado la necesidad vital del silencio y de la soledad para cuidar la salud del cuerpo y el bienestar del espíritu. En nuestra tradición cristiana, desde el ejemplo de Jesús de Nazaret retirado durante cuarenta días en el desierto, y San Pablo en su aislamiento tras su conversión, la práctica del alejamiento de los ruidos del mundo ha sido una práctica permanente.

En este libro, Michele Dolz nos proporciona unas orientaciones importantes para llenar de contenidos esos ratos imprescindibles en los que alimentemos nuestro espíritu escuchando atentamente los mensajes fundamentales de la espiritualidad cristiana. A través de veinte meditaciones –densas en sus contenidos y claras en sus formulaciones- nos ofrece un serie de pautas para que escuchemos, interpretemos y vivamos las voces de Jesús, de los santos y de los maestros en espiritualidad que nos iluminan la senda por la que podemos alcanzar una maduración humana y un crecimiento cristiano. Si el punto de partida es el “Amor de Dios”, experimentado y vivido en la oración, el trayecto será un recorrido ascendente hacia la santidad, orientado y vivificado por la gracia.

Nos explica de manera clara cómo el retiro también nos descubre nuestras debilidades y las posibilidades de encontrar el consuelo del perdón que nos ofrece Jesús, “amigo de publicanos y de pecadores”. Tras advertirnos el permanente peligro de sucumbir a la tibieza, identifica sus síntomas y nos propone unas fórmulas extraídas del Evangelio y de la  tradición para que, confiados, nos dirijamos y nos comuniquemos con Jesús, “el único que nos puede curar”.

Oportunas, sin duda alguna, son sus detenidas consideraciones sobre las “postrimerías” y sus explicaciones de las fórmulas directas para descubrir las diversas sendas por las que podemos “santificar el trabajo y santificarnos en el trabajo”, los valores que proporciona la generosa obediencia a los criterios evangélicos y los inestimables frutos que proporcionan las tareas apostólicas realizadas con humildad. A lo largo de la lectura de este enjundioso libro llegamos a la conclusión de que la oración, la aceptación de la cruz, la conversación con María y, sobre todo, la celebración de la Eucaristía constituyen las fuentes inagotables para vivir la vida de una manera intensa, alegre y fecunda.

José Antonio Hernández Guerrero

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