La parábola del Buen Samaritano protagonizó el retiro de Cuaresma de la Fraternidad Velad y Orad

El pasado fin de semana la Fraternidad Velad y Orad ha ofrecido su habitual retiro que esta vez se ha centrado en «El Buen Samaritano». Los participantes ha podido contemplar las heridas de este mundo, tanto dolor y sufrimiento que espera una sanación y liberación (enfermedades, guerras, violencia, cataclismos, injusticias…) y es Jesús quien nos llama para que le entreguemos nuestra persona y Él vaya sanando, curando, liberando, salvando a través de su Iglesia. «La Iglesia es la Posada a donde llegan los malheridos, pecadores, migrantes, transeúntes, enfermos… Es la Casa de puertas abiertas para acoger a todos mostrándoles el camino de la salvación a través de la Palabra de Dios, los sacramentos, la oración, la caridad, la fe y la esperanza. Es la Posada donde se nos ofrece la vida eterna y se nos muestra el camino», aseguran los organizadores de este retiro.

En total, diecisiete personas han participado en este retiro de Cuaresma. Algunos de los que participaban por primera vez abrieron su corazón dando testimonio de lo que el Señor había hecho en sus vidas. Todos en la adoración eucarística le dijeron al Señor: «Señor, tú eres mi Buen Samaritano, yo te amo, cuenta conmigo». Se puede decir que todos han salido reconfortados, admirados, renovados, con un nuevo impulso y deseo de entrega a Cristo y su Iglesia.

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