“La Enseñanza Religiosa Escolar es sumamente necesaria para la formación integral de la persona”

Del 19 al 20 de noviembre se celebra en Granad a el III Congreso del Profesorado de Religión en Andalucía, que va a congregar a 600 docentes de todas las provincias andaluzas. Hablamos con Juan Ortega Álvaro, que es el Coordinador de este Congreso

Este Congreso no se celebra desde 2014, ¿cómo ha cambiado la Enseñanza de Religión hasta este momento?

Mentiría si dijera que no ha cambiado nada en ocho años, pero es que cada vez que se produce un cambio legislativo afecta a la enseñanza de la religión en la escuela. En esta ocasión el cambio es más profundo que los anteriores y así se ha recogido en el nuevo currículo aprobado por la Conferencia Episcopal Española que lo hace bascular en el diálogo con los grandes retos de la sociedad actual sin renunciar, por supuesto, a la propuesta cristiana, en sintonía con el pacto educativo global impulsado por el Papa Francisco. Elementos clave de currículos anteriores como la dignidad y la identidad humana, la convivencia en sociedad o el reconocimiento de la interioridad son tratados, como no podía ser menos, desde la perspectiva cristiana-católica en un afán integrador y respetuoso con una sociedad plural, a la vez que propone opciones vitales propias a las que no se puede renunciar como parte de esa misma sociedad.

Usted es el Coordinador General, ¿cómo se siente al tener esta responsabilidad ante este importante evento?

Pues lo vivo como un servicio a la Iglesia y al profesorado. Ya participé en la organización del anterior hace 8 años y algo de experiencia se queda. Además, no es un trabajo en solitario, están los Delegados Diocesanos y el Secretario Técnico y formamos un buen equipo de trabajo.

¿Cómo ve usted la Enseñanza de Religión actualmente? ¿Qué pasos se han dado para seguir anunciando la Buena Noticia a través de la Enseñanza?

La veo como una gran oportunidad para presentar el Evangelio en la escuela, una oportunidad que no podemos desaprovechar ya que la aportación de la religión en la formación y educación de la persona del siglo XXI es sumamente importante para el desarrollo integral de la misma. Desde la aprobación de la Constitución y la firma de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979, la enseñanza de la religión ha ido cambiando su estatus con cada ley educativa aprobada. Esto no ha sido un escollo para que esta enseñanza con un método científico propio se haya ido adaptando a las leyes educativas del momento y con un fuerte compromiso educativo que ayude a la persona al crecimiento intelectual y personal.

Lo apasionante es mantener la presencia académica de la Enseñanza Religiosa Escolar, adaptarla modélicamente a las reformas educativas, mantenerse en la vanguardia pedagógica y no cesar en el empeño de continuar ofreciendo a nuestros niños y jóvenes la posibilidad de descubrir la profundidad del ser humano y la capacidad transcendente de la que gozamos.

¿Cómo debemos enseñar Religión en este siglo XXI?

Nuestra sociedad está necesitada de este gran mensaje que nos hace crecer como personas y que se transmite sistemáticamente en nuestras clases de Religión. Por eso la Enseñanza Religiosa Escolar es sumamente necesaria para la formación integral de la persona, objetivo prioritario del sistema educativo. Sin la presencia religiosa en nuestros centros educativos, estaría sesgada y descuidada una parte muy importante de la configuración de la personalidad humana. De ahí que nuestro Congreso quiera incidir en la Enseñanza Religiosa Escolar como catalizador de la configuración de la personalidad del alumno y cómo esta enseñanza, que evoluciona al ritmo que el resto de las materias docentes, es una asignatura para este siglo XXI.

Por eso es necesaria la interdisciplinariedad y trabajar juntamente con las otras disciplinas, creando situaciones de aprendizaje global para los alumnos.

Me imagino que es algo enriquecedor que tantos profesores os unáis en este Congreso, ¿qué momentos recuerda usted, o testimonios, de los anteriores mencionados?

Efectivamente un congreso siempre es enriquecedor. De hecho, vamos a tener una muestra de cómo nuestros profesores de Religión innovan en el desempeño de su labor docente, puesto que la gran mayoría de los panelistas ofrecidos por la organización son docentes andaluces que comparten sus últimos trabajos pedagógicos, los cuales tienen una gran resonancia nacional.

Esta ha sido la tónica de los congresos anteriores. Situarnos siempre en la avanzadilla de los sistemas pedagógicos.

Todos los congresos celebrados, especialmente los últimos en Málaga y Sevilla han sido inolvidables en todos los sentidos.

Como profesor con una larga trayectoria, ¿qué consejo le daría a un profesor que comienza esta tarea?

Lo primero es que tengan conciencia clara de la tarea que realizan como enviados del Obispo a evangelizar en la escuela, que sean conscientes de su identidad y misión como

profesores de Religión. Y lo segundo, que no dejen nunca de formarse para impartir la materia con el rigor científico y pedagógico necesario, pero, a la vez con el suficiente atractivo y creatividad para que los alumnos vayan adquiriendo las competencias educativas necesarias y, año tras año, sigan optando por esta asignatura.

Usted ha sido durante 25 años Delegado Diocesano de Enseñanza en Asidonia-Jerez, ¿cómo se ha sentido al llevar a cabo esta tarea? ¿Qué momento especial recuerda?

Han sido 25 años muy intensos, de mucho trabajo, de muchos cambios legislativos, pero sobre todo de trabajo con el profesorado que ha sido nuestra prioridad. Cuidar su formación en todos los aspectos, tanto teológico como pedagógico y espiritual, intentando formar una verdadera familia. Todo el trabajo ha sido más llevadero gracias a la ayuda de los coordinadores y por supuesto a la confianza y ayuda que los distintos Obispos de la Diócesis me dispensaron, estando siempre conmigo, sobre todo en algunos momentos difíciles por los que pasamos.

Hemos tenido muchos momentos especiales, pero para quedarme con uno este sería la celebración del Sacramento de la Confirmación para los profesores que no lo estaban y el primer curso de formación de la Conferencia Episcopal con más de 500 profesores participantes. Y los encuentros anuales, las peregrinaciones, los cursos de formación, etc.

Mensaje como Coordinador General a todos los profesores participantes.

A los participantes les diría que aprovechen al máximo las posibilidades que ofrece el Congreso en el aspecto formativo, pero que no dejen de lado la convivencia con profesores de otras Diócesis y, por supuesto, que sean conscientes de la labor que desempeñan en la Iglesia y en la sociedad.

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