La Mater derrama gracias en la prisión de Botafuegos

Desde el inicio de la pandemia, una capilla peregrina de la Virgen de Schoentatt, “Madre tres veces admirable”, conocida como “la Mater”, vive bajo el mismo techo de más de 1200 privados de libertad del centro penitenciario de Botafuegos, Algeciras. La capilla peregrina acompaña todas la celebraciones religiosas y catequesis que se realizan en la capilla de la prisión. Durante este tiempo, la Virgen ha acompañado las liturgias de muchos módulos, incluso un número elevado de internos la han acogido dentro de sus celdas, para pedir su ayuda y protección.

En la última visita de nuestro obispo al centro penitenciario, al terminar la Santa Misa, el capellán trinitario, P. Manuel García, pidió a nuestro pastor que derramara su bendición sobre la capilla peregrina y sobre todos los internos que la iban a venerar. Mons. Rafel Zornoza quedó asombrado de que la Mater fuera tan aceptada en medio de tanta vulnerabilidad y sufrimiento.  Sin duda alguna, la mirada de la Virgen transmite a todos los internos un mensaje de paz, esperanza y fortaleza, para poder vencer todos aquellos obstáculos que le sumergen en la destrucción de su persona. La Virgen se convierte en “MADRE”, derramando un manto de ternura y de amor sobre las noches más oscuras de su vida. Han sido miles las estampas que se han repartido a los internos de Botafuegos. Estampas con el rostro de la Virgen que son custodiadas junto a las fotos de sus seres queridos, en el interior de sus carteras al lado de su corazón. Estampas, que ellos mismos han enviado a sus madres, esposas e hijos, para que la Virgen los pudiera cuidar y proteger durante su estancia en la prisión.

La Virgen, desde una capillita tan pequeña se convierte en la “Mater” de todos, siendo pañuelo que enjuaga las lágrimas de sus hijos más necesitados. Desde los altares de sus chabolos la Virgen continúa derramando abundantes gracias, resolviendo problemas difíciles, sanando heridas y corazones, dando salud y fortaleza en los momentos de dolor, siendo María, refugio en los instantes más amargos de la vida.

La Virgen crea soldados de Jesucristo en medio de nuestro mundo, así lo afirmó nuestro obispo en voz alta al salir de la capilla de la prisión; “Servus Mariae numquam peribit”. Esas palabras están selladas en los corazones y mentes de muchos privados de libertad; “Un siervo de María nunca perece”.

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