El proyecto Café y Calor de Cáritas cumple diez años al servicio de las personas sin hogar

El proyecto Café y Calor que Cáritas Diocesana de Cádiz desarrolla en La Línea de la Concepción cumple, este mes de enero, diez años al servicio de las personas sin hogar. Café y Calor tiene su origen en el análisis de la situación de las personas sin hogar que realizó el equipo voluntario y técnico que acompañaba la realidad del sinhogarismo en La Línea de la Concepción a través del proyecto residencial Hogar Betania. Este proyecto, inicialmente un albergue asistencial, reorientó su acción para ofrecer a las personas sin hogar propuestas de inserción social. El análisis social concluyó que habría personas que, por razones varias, no accederían al proyecto promocional y seguirían viviendo en la calle y, Cáritas, la Iglesia samaritana, no podía dejarlos sin atención y apoyo.

De este modo, el proyecto Café y Calor nace para salir al encuentro de las personas sin hogar que viven en las calles de La Línea de la Concepción. Su nombre responde a la vocación de ofrecer “Calor” humano en las noches frías y “Café” como un gesto normal y de encuentro entre personas. José Antonio García, trabajador social voluntario que acompaña este proyecto define: “Café y Calor es un proyecto de voluntariado que busca ayudar a que las personas que viven en la calle mejoren su situación y encuentren calor y amistad en las personas que los visitan. Además les ofrecemos la posibilidad, apoyándonos en otras asociaciones, de salir de su situación de calle”.

El mes de enero de 2011, fue testigo de las primeras salidas de los voluntarios que han sostenido la actividad durante estos diez años. Al principio, una salida por semana, pero, gracias a la incorporación de nuevo voluntariado, se pudo atender este servicio, todos los días de lunes a viernes. En estos 10 años de vida, el voluntariado se ha convertido en el principal potencial del proyecto. Personas de todo tipo, noche tras noche, han compartido su tiempo saliendo al encuentro del otro que sufre en la calle, teniendo un sinfín de experiencias, algunas alegres, otras menos, momentos dulces y otros amargos.

El trabajo social desarrollado por el equipo se concreta con salidas diarias de un grupo compuesto por entre 5 ó 6 personas. Los voluntarios recorren las calles de La Línea de la Concepción y ofrecen acompañamiento en la calle, reparto de víveres, ropa y kits de higiene pero sobre todo, por encima de la ayuda material, ha ofrecido escucha, cercanía, calor humano, reconocimiento de la persona. A lo largo de estos diez años, se han ofrecido una media de 8.500 kits de ayuda al año. Igualmente, se ofrece la posibilidad de entrar en contacto con otras entidades que pueden ayudar a cambiar de vida e iniciar un proceso de trabajo para dejar de vivir en la calle.

A lo largo de estos años, el proyecto ha sido apoyado por la red eclesial de La Línea de la Concepción (parroquias, comunidades religiosas, hermandades y cofradías…) empresas de la comarca y entidades públicas y privadas entre las que se pueden destacar, entre otros, los Servicios Sociales Municipales, Coordinadora Despierta, Centro Contigo, red pública de Salud, Cruz Roja, Policía Local, Festina Lotus S.A… Gracias a sus donaciones económicas o en especie, poniendo sus profesionales o instalaciones al servicio de las personas atendidas, facilitando procesos de ayuda… se ha podido aliviar y mejorar las condiciones de vida de muchas personas sin hogar.

Toda esta labor solidaria no ha pasado inadvertida y el proyecto Café y Calor ha recibido, en varias ocasiones, el reconocimiento de organismos públicos y privados por su labor hacia las personas sin hogar (Premios Cepsa Acción Social 2011 y 2013, agradecimiento de la Subdelegación del Gobierno, en el XXXVII aniversario de la Constitución Española, por inspirar los valores democráticos emanados de la Carta Magna. De este modo, José Antonio García, agradece «a todas las personas voluntarias y donantes particulares, así como entidades públicas y privadas que, a lo largo de estos diez años de trabajo solidario, han apoyado nuestro trabajo. Café y Calor es un proyecto vivo gracias a que hay muchos que han confiado en nuestra labor y con su generosidad lo han hecho posible”.

Desde Cáritas Diocesana de Cádiz agradecen a todos los voluntarios del proyecto, su generosa participación y su colaboración para que, a lo largo de estos diez años, muchas personas sin hogar hayan tenido la oportunidad de recuperar la esperanza y una vida en dignidad.

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